¿Que es el Ozono?
El ozono es la molécula triatómica del Oxígeno (O3). Esta molécula es una variable inestable del oxígeno (O2) que se genera o bien por la acción de los rayos ultravioleta o bien a través de una descarga eléctrica. De manera natural se puede encontrar vapor de ozono atmosférico. Este se forma como resultado de la acción de las radiaciones ultravioleta del sol sobre el oxígeno atmosférico. Al incidir los rayos ultravioleta sobre el oxígeno presente en la atmósfera se conforma la conocida capa de ozono u Ozonosfera cuya principal característica es que hace posible la vida en la Tierra al filtrar dichos radiaciones solares.
Cuales son los Beneficios y las propiedades del ozono
Las propiedades del ozono se estudian desde finales del siglo XIX demostrándose en todo este tiempo que el ozono es un potente desinfectante y un antiséptico altamente efectivo. A medida que se fueron estudiando las propiedades del ozono se fue extendiendo su uso en diversos entornos y fue aplicándose con gran eficacia en muchos de aquellos ámbitos en los que son importante el tratamiento ambiental del aire o la depuración y purificación. Como desinfectante y antiséptico el ozono destaca por ser altamente eficiente como BACTERICIDA, VIRICIDA, FUNGICIDA, destruyendo con gran rapidez estreptococos, estafilococos, colibacilos y otras bacterias. De la misma manera el ozono ha evidenciado ser muy útil en la eliminación de las más enérgicas toxinas difterianas y tetánicas.
Efecto bactericida del ozono
Desde principios de siglo XX, se empezó a usar para el tratamiento del agua. Posteriormente para purificar el aire e incluso directamente sobre el organismo humano con fines terapéuticos (Ozonoterapia). Una de las ventajas más importantes del ozono con respecto a otros bactericidas es que este efecto se pone de manifiesto a bajas concentraciones (0,01 p.p.m. o menos) y durante periodos de exposición muy cortos es ya perfectamente observable un efecto bacteriostático. La diferencia entre un efecto bactericida y un efecto bacteriostático es sencilla: un agente bactericida es capaz de matar a las bacterias; un agente bacteriostático no llega a matarlas, pero si les impide reproducirse, frenando rápidamente el crecimiento de sus poblaciones. Aunque teóricamente sean efectos muy distintos, en la práctica una población de bacterias sin capacidad de reproducción es una población condenada a su desaparición. De hecho, agentes antimicrobianos tan importantes como algunos antibióticos basan su poder en una acción bacteriostática.
Efecto fungicida del ozono
Existen ciertos tipos de hongos que tienen capacidad de provocar enfermedades. Otros muchos son capaces de ocasionar alteraciones en nuestros alimentos haciéndolos inaceptables para su consumo, como es el caso, del moho. Con la ozonización eliminaremos estas formas patógenas, cuyas esporas están en todo tipo de ambientes, evitando también posibles daños celulares.
Eliminación de ácaros
Los ácaros son microorganismo de la familia de los arácnidos que habitan por millares en nuestros hogares, sobre todo en colchones y almohadas ya que se alimentan básicamente de los restos de piel humana y de escamas. Los ácaros muertos y sus excrementos suelen producir alergias y otras afecciones como asma o rinitis. Además de una buena ventilación, los tratamientos de choque basados en ozono aplicados a colchones, almohadas y otros lugares en donde puedan proliferar los ácaros ayudan a combatirlos y a evitar los molestos síntomas de las alergias y de las otras afecciones que producen.
Efecto Esporicida
Existen algunos hongos y bacterias que cuando las condiciones son adversas para su desarrollo o reproducción, fabrican una gruesa envoltura alrededor de ellas y paralizan su actividad metabólica, permaneciendo en estado latente. Cuando las condiciones para la supervivencia vuelven a ser favorables su metabolismo recupera la actividad. Estas formas de resistencia se conocen como esporas y son típicas de bacterias tan patógenas como las que provocan el tétanos, la gangrena, el botulismo ó el ántrax. Este tipo de mecanismo de resistencia hace muy difícil luchar contra ellas y tratamientos útiles en otros casos como las altas temperaturas y multitud de antimicrobianos, se vuelven ineficaces. Con la ozonización del medio en el que sobreviven son eliminados radicalmente.
Efecto viricida del ozono
Los virus, hoy considerados frontera entre los seres vivos y la materia inerte, no son capaces de vivir ni de reproducirse si no es parasitando células a las que ocasiona su destrucción. A diferencia de las bacterias, los virus siempre son nocivos y provocan enfermedades tan comunes como la gripe, el catarro, el sarampión, la viruela, la varicela, la rubéola, la poliomelitis, el SIDA (VIH), la hepatitis, etc. El ozono actúa sobre ellos oxidando las proteínas de su envoltura y modificando su estructura tridimensional. Al ocurrir esto, el virus no puede unirse a ninguna célula hospedadora por no reconocer su punto de anclaje, y al encontrarse desprotegido no puede reproducirse y muere.